Mi hermandad es mi último resquicio de fe, no es que mi fe se base en una imagen, pero si es verdad que las imágenes te ayudan a que la fe renazca. Y este año, por motivos familiares, "necesitaba" que mi hermandad hiciera estación de penitencia. También me he prometido que a partir del año que viene, empezaré de nuevo a cumplir con la estación de penitencia que dejé de llevar a cabo cuando me apunte a la banda por primera vez. Os voy "presentar" a mi hermandad, la Real Ilustre y Fervorosa Hermandad del Santísimo Sacramento y Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Expiración de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de las Aguas:
El santísimo Cristo de la Expiración
El Cristo es uno de los más antiguo de los que procesionan por nuestras calles, data del 1575 y es obra de Marcos de Cabrera, encargada por el gremio de los plateros. Una curiosidad es que el gremio pidió al autor que si el Cristo era aceptado, los moldes con el que se había hecho tendrían que ser destruidos y tirados al río Guadalquivir para que no se pudiera hacer otro igual (y así fue).
Virgen de las Aguas
Imagen de Cristóbal Ramos, datada en el 1772. Inicialmente iba arrodillada en la único paso de la hermandad, y con las manos entrelazadas. Ha recibido muchas restauraciones a lo largo de los años, y en varias ocasiones se le ha cambiado la posición del cuerpo (la primera para ponerla erguida para sacarla en palio). Las manos que actualmente lleva son de Infantes Reina del 1922.
Fue la razón por la que me hice hermano de mi hermandad, lo primero que vi de la hermandad todo sea dicho, pero no me hizo falta más para decirle a mi madre: "quiero ser de esta hermandad". Sorpresa la mía cuando la respuesta fue: "ya lo eres".
Y por otra parte está el nefasto tiempo que han impedido el desarrolló normal del resto de la Semana Santa, y ha impedido que pudiese disfrutar de mi corneta, después de que en el año pasado decidiera no enfundarme el traje de músico.
Ha sido una Semana Santa corta, pero con momentos inolvidables, tanto buenos como malos. Haré un breve repaso:
Empieza el Domingo de Ramos en la localidad de Fernán Nuñez (Córdoba), donde realizamos una salida liviana, eso sí con un sol que apretaba y hacía que los trajes se calentaran como si de verano se tratase. Terminamos temprano y puse rumbo a Sevilla con algunos amigos para disfrutar un poco de uno de los días más emblemáticos de estas fiestas. De esta forma comenzaba la Semana Santa, empezaba bañando de sol, alegría e incienso las calles, sol que sería cubierto por las nubes, nubes que lloraban como los hermanos que se quedaban sin salir, e incienso que dejó paso al olor a humedad.
Y de esta forma llegó el Lunes Santo, el día que más esperaba por tres razones, la primera es evidente. Es la hora de mi Museo, era la hora de que la Virgen de las Aguas se paseará por las calles de Sevilla, e hiciera penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Yo no la podía ver, pero mis padres con mi medalla fueron a verla, a ella y al Santísimo Cristo de la Expiración. El miedo me entra en el cuerpo cuando la hermandad del polígono San Pablo decide no realizar su estación de penitencia. Pero este miedo paso cuando la hermandad del Tiro de Línea, y esta es la segunda razón, decide que si va a hacer su salida. Cautivo de Tiro de Linea que iba acompañado pese a quien le pese por mis antiguos compañeros, músicos que llevan muchos años trabajando como ningún otro para poder disfrutar otra vez de este momento. Y la tercera razón, es que era el día del que hasta el momento, puedo decir que ha sido el recorrido más bonito que he realizado hasta ahora como músico, y no han sido pocos. Recorrido con la hermanda de la Vera-Cruz de la ciudad de Córdoba. Pasando por el puente romano, la Mezquita y el barrio de la judería. Además el recorrido se me hace más alegre cuando me llega el mensaje de mi madre diciendo "hemos salido", momento en el que me emociono y recordé esa salida de mi hermandad que tantas veces he vivido. Cuando llego a mi casa me da tiempo de ver en la tele la recogida de la Virgen de las Aguas, recogida que tengo el placer de haberla vivido infinidad de veces, vestido de nazareno, con mi familia, o como el año pasado con mis amigos.
Llega el Martes Santo, el día de la hermandad de mi familia por excelencia, el Cerro del Aguila. Es un momento triste cuando me entero de que no va ha realizar estación de penitencia, ya que mis tios, primos, etc. acompañan a sus titulares. No para la lluvia y las hermandades siguen confirmando que no realizan sus respectivas salidas. Aunque se preveía un descenso en la posibilidad de precipitaciones a partir de las ocho de la tarde. Con esas esperanzas partimos hacia Utrera, con la ilusión de realizar nuestro tercer recorrido en la hermandad de los Estudiantes. Pero después de una larga espera, en la que no paró de llover, la hermandad decidió que no abriría las puertas del templo para que salieran los pasos, sino para que las personas que allí estaban concentradas, entraran a verlos.
Miercolés Santo, junto al Domingo de Ramos, el único día que se desarrolló con total normalidad en la capital hispalense. Sin embargo, la hermandad del Cautivo del Viso del Alcor, a la que acompañaba con la banda de la Merced, decide acortar, sabiamente dicho sea, su recorrido por altos riesgos de lluvia a partir de cierta hora de la noche. Y aquí termina mi Semana Santa, y la de todos.
El Jueves Santo, aunque pudimos salir en Alcalá del Valle, al poco tiempo de estar acompañando a Nuestro Padre Jesús Nazareno de dicha localidad, la lluvia hizo acto de presencia, y las cornetas tuvimos que callarnos para dar paso a los tambores, los cuales sin parar llevaron al paso hasta su capilla.
Viernes Santo por la mañana, un día para mencionar también, un día especial en esta semana. Era el turno de la hermandad de la banda, era la hora de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Viso del Alcor, y del de Mairena del Alcor, del que también soy hermano. Pero la mañana no se presentaba bien, y así fue por desgracia. La primera noticia fue que en Mairena no salia "el barba" como se le llama cariñosamente. Y no tardamos muchos en conocer la misma noticia, esta vez de nuestra hermandad. Fue triste este momento para mi, triste porque se lo que es quedarse sin salir, porque se lo que es esperar un año para ver a tu hermandad en la calle, porque este año el pregón había sido más especial que nunca para nosotros, porque me acordé de lo feliz que había sido yo el Lunes Santo cuando leí "hemos salido" o cuando vi por televisión la recogida de mi hermandad. Y es que no es fácil además cuando eres músico y le vas a tocar a tu hermandad, pues encima has estado un año ensayando durante todas las noches para ese día en especial. Yo personalmente, y a lo mejor no esta bien decirlo, envidio a los músicos que a diferencia de mí, pueden tocarle a sus titulares, porque yo me imagino detrás de la Virgen de las Aguas y se me saltan las lagrimas solo de pensarlo. Pero es por eso quizás, que tantas ganas tenía de tocar este día, porque sabía que había muchos compañeros míos que si iban acompañando a su titular, y que mejor forma de devolverles esa acogida que he tenido, que dando lo mejor de mi este día. Fue bastante bonito ver a la banda tocar en la puerta del Convento, bajo la lluvia, las marchas mas significativas, y costaleros y nazarenos de la hermandad aplaudiendo a la banda, momento que jamás olvidare tampoco.
El Viernes Santo por la tarde, viendo que el tiempo no mejora, se nos comunica que la hermandad de Utrera a la que íbamos a tocar en la Carrera Oficial, junto a la banda de la Vera-Cruz de dicha localidad, no ha salido, y por tanto no teníamos que ir. Además mi amigo José Julio, capataz de la Vera-Cruz de mi pueblo también se queda sin salir, para el próximo año, le deseo toda la suerte del mundo.
Y el Sábado Santo después de las 3 mojadas que me habían caído en vez de ir rumbo a Marchena con mis compañeros, acabé en el ambulatorio con 40 de fiebre -.-" . Pero una vez más en esta Semana Santa el tiempo no acompaño, y no solo mi banda se quedó sin estación de penitencia, sino también un amigo muy especial, el que después de un año de servidor en su Soledad de San Lorenzo, también el tiempo le impide realizar su estación de penitencia. Pero conociendo su fe, y su compromiso con su hermandad, estoy seguro que un año más para él no será una carga ni una penitencia, sino un periodo más en el que demostrar su amor a su Virgen de la Soledad, y continuar madurando su fe.
En definitiva, una Semana Santa alegre por un lado, y triste por otro. Ver las imágenes de los nazarenos bajo la lluvia me hiela el corazón. Una Semana Santa donde tan solo 25 hermandades de 61 han realizado su correspondiente estación de penitencia. Una Semana Santa donde el azahar no se ha mezclado con el incienso, y las calles no se han llenado de cera. Una Semana Santa que hace que los cofrades tengamos más ganas aun, de que llegue la próxima. Pero mi Semana Santa 2012 empieza el próximo lunes, con mi banda de la Merced. Y estoy seguro que la de todos los hermanos de cualquier hermandad, su próxima Semana Santa, también ha empezado, porque la espera también es bonita.
No voy a terminar esta vez con ninguna frase sino con un mensaje de ánimo a todos aquellos que no pudieron ver a sus imágenes en la calle: Ánimo para la espera, para visitar las iglesias y ver a vuestros titulares en sus altares, esperando a salir y llenar de fe y esperanza las calles. Ánimo para luchar todos los días del año por los valores que nuestro señor Jesucristo nos dejó. Y ánimo porque la Semana Santa no es una semana, es una vida.
Y por otra parte está el nefasto tiempo que han impedido el desarrolló normal del resto de la Semana Santa, y ha impedido que pudiese disfrutar de mi corneta, después de que en el año pasado decidiera no enfundarme el traje de músico.
Ha sido una Semana Santa corta, pero con momentos inolvidables, tanto buenos como malos. Haré un breve repaso:
Empieza el Domingo de Ramos en la localidad de Fernán Nuñez (Córdoba), donde realizamos una salida liviana, eso sí con un sol que apretaba y hacía que los trajes se calentaran como si de verano se tratase. Terminamos temprano y puse rumbo a Sevilla con algunos amigos para disfrutar un poco de uno de los días más emblemáticos de estas fiestas. De esta forma comenzaba la Semana Santa, empezaba bañando de sol, alegría e incienso las calles, sol que sería cubierto por las nubes, nubes que lloraban como los hermanos que se quedaban sin salir, e incienso que dejó paso al olor a humedad.
Y de esta forma llegó el Lunes Santo, el día que más esperaba por tres razones, la primera es evidente. Es la hora de mi Museo, era la hora de que la Virgen de las Aguas se paseará por las calles de Sevilla, e hiciera penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Yo no la podía ver, pero mis padres con mi medalla fueron a verla, a ella y al Santísimo Cristo de la Expiración. El miedo me entra en el cuerpo cuando la hermandad del polígono San Pablo decide no realizar su estación de penitencia. Pero este miedo paso cuando la hermandad del Tiro de Línea, y esta es la segunda razón, decide que si va a hacer su salida. Cautivo de Tiro de Linea que iba acompañado pese a quien le pese por mis antiguos compañeros, músicos que llevan muchos años trabajando como ningún otro para poder disfrutar otra vez de este momento. Y la tercera razón, es que era el día del que hasta el momento, puedo decir que ha sido el recorrido más bonito que he realizado hasta ahora como músico, y no han sido pocos. Recorrido con la hermanda de la Vera-Cruz de la ciudad de Córdoba. Pasando por el puente romano, la Mezquita y el barrio de la judería. Además el recorrido se me hace más alegre cuando me llega el mensaje de mi madre diciendo "hemos salido", momento en el que me emociono y recordé esa salida de mi hermandad que tantas veces he vivido. Cuando llego a mi casa me da tiempo de ver en la tele la recogida de la Virgen de las Aguas, recogida que tengo el placer de haberla vivido infinidad de veces, vestido de nazareno, con mi familia, o como el año pasado con mis amigos.
Llega el Martes Santo, el día de la hermandad de mi familia por excelencia, el Cerro del Aguila. Es un momento triste cuando me entero de que no va ha realizar estación de penitencia, ya que mis tios, primos, etc. acompañan a sus titulares. No para la lluvia y las hermandades siguen confirmando que no realizan sus respectivas salidas. Aunque se preveía un descenso en la posibilidad de precipitaciones a partir de las ocho de la tarde. Con esas esperanzas partimos hacia Utrera, con la ilusión de realizar nuestro tercer recorrido en la hermandad de los Estudiantes. Pero después de una larga espera, en la que no paró de llover, la hermandad decidió que no abriría las puertas del templo para que salieran los pasos, sino para que las personas que allí estaban concentradas, entraran a verlos.
Miercolés Santo, junto al Domingo de Ramos, el único día que se desarrolló con total normalidad en la capital hispalense. Sin embargo, la hermandad del Cautivo del Viso del Alcor, a la que acompañaba con la banda de la Merced, decide acortar, sabiamente dicho sea, su recorrido por altos riesgos de lluvia a partir de cierta hora de la noche. Y aquí termina mi Semana Santa, y la de todos.
El Jueves Santo, aunque pudimos salir en Alcalá del Valle, al poco tiempo de estar acompañando a Nuestro Padre Jesús Nazareno de dicha localidad, la lluvia hizo acto de presencia, y las cornetas tuvimos que callarnos para dar paso a los tambores, los cuales sin parar llevaron al paso hasta su capilla.
Viernes Santo por la mañana, un día para mencionar también, un día especial en esta semana. Era el turno de la hermandad de la banda, era la hora de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Viso del Alcor, y del de Mairena del Alcor, del que también soy hermano. Pero la mañana no se presentaba bien, y así fue por desgracia. La primera noticia fue que en Mairena no salia "el barba" como se le llama cariñosamente. Y no tardamos muchos en conocer la misma noticia, esta vez de nuestra hermandad. Fue triste este momento para mi, triste porque se lo que es quedarse sin salir, porque se lo que es esperar un año para ver a tu hermandad en la calle, porque este año el pregón había sido más especial que nunca para nosotros, porque me acordé de lo feliz que había sido yo el Lunes Santo cuando leí "hemos salido" o cuando vi por televisión la recogida de mi hermandad. Y es que no es fácil además cuando eres músico y le vas a tocar a tu hermandad, pues encima has estado un año ensayando durante todas las noches para ese día en especial. Yo personalmente, y a lo mejor no esta bien decirlo, envidio a los músicos que a diferencia de mí, pueden tocarle a sus titulares, porque yo me imagino detrás de la Virgen de las Aguas y se me saltan las lagrimas solo de pensarlo. Pero es por eso quizás, que tantas ganas tenía de tocar este día, porque sabía que había muchos compañeros míos que si iban acompañando a su titular, y que mejor forma de devolverles esa acogida que he tenido, que dando lo mejor de mi este día. Fue bastante bonito ver a la banda tocar en la puerta del Convento, bajo la lluvia, las marchas mas significativas, y costaleros y nazarenos de la hermandad aplaudiendo a la banda, momento que jamás olvidare tampoco.
El Viernes Santo por la tarde, viendo que el tiempo no mejora, se nos comunica que la hermandad de Utrera a la que íbamos a tocar en la Carrera Oficial, junto a la banda de la Vera-Cruz de dicha localidad, no ha salido, y por tanto no teníamos que ir. Además mi amigo José Julio, capataz de la Vera-Cruz de mi pueblo también se queda sin salir, para el próximo año, le deseo toda la suerte del mundo.
Y el Sábado Santo después de las 3 mojadas que me habían caído en vez de ir rumbo a Marchena con mis compañeros, acabé en el ambulatorio con 40 de fiebre -.-" . Pero una vez más en esta Semana Santa el tiempo no acompaño, y no solo mi banda se quedó sin estación de penitencia, sino también un amigo muy especial, el que después de un año de servidor en su Soledad de San Lorenzo, también el tiempo le impide realizar su estación de penitencia. Pero conociendo su fe, y su compromiso con su hermandad, estoy seguro que un año más para él no será una carga ni una penitencia, sino un periodo más en el que demostrar su amor a su Virgen de la Soledad, y continuar madurando su fe.
En definitiva, una Semana Santa alegre por un lado, y triste por otro. Ver las imágenes de los nazarenos bajo la lluvia me hiela el corazón. Una Semana Santa donde tan solo 25 hermandades de 61 han realizado su correspondiente estación de penitencia. Una Semana Santa donde el azahar no se ha mezclado con el incienso, y las calles no se han llenado de cera. Una Semana Santa que hace que los cofrades tengamos más ganas aun, de que llegue la próxima. Pero mi Semana Santa 2012 empieza el próximo lunes, con mi banda de la Merced. Y estoy seguro que la de todos los hermanos de cualquier hermandad, su próxima Semana Santa, también ha empezado, porque la espera también es bonita.
No voy a terminar esta vez con ninguna frase sino con un mensaje de ánimo a todos aquellos que no pudieron ver a sus imágenes en la calle: Ánimo para la espera, para visitar las iglesias y ver a vuestros titulares en sus altares, esperando a salir y llenar de fe y esperanza las calles. Ánimo para luchar todos los días del año por los valores que nuestro señor Jesucristo nos dejó. Y ánimo porque la Semana Santa no es una semana, es una vida.
Qué bonita es la Virgen de las aguas...
ResponderEliminarNunca olvidaré el momento en el que la vimos entrar, el año pasado, a las tantas de la madrugada...
Fue una experiencia fascinante para mí vivir ese momento de una hermandad que considero como mía...y que lo será próximamente.
Si, jamás olvidaré ese momento, porque he vivido la recogida de mi hermandad numerosas veces, pero nunca rodeado de amigos, la hace más especial si cabe.
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