jueves, 27 de mayo de 2010

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Todos los días unos se van y otros llegan, la cara y la cruz de la moneda se podría decir, en este caso de la vida. Padres son felices por el inicio de una familia, o la expansión de la misma, por la llegada de una nueva persona al mundo, mientras familias lloran la ida de otra persona... Muchas veces no nos paramos a pensar el lo que significa un nacimiento, la llegada de una persona al mundo, se ve tan frágil, tan pequeño, que no puede hablarnos... pero todo cambia cuando es alguien que se va, alguien con el que hemos convivido, hemos compartido experiencias, conocimientos, etc... en ese caso si pensamos, nos paramos, reflexionamos...

Hoy me a tocado vivir la marcha de alguien, alguien al que tengo que agradecerle enormemente todo lo que ha hecho por mi familia y la confianza que ha depositado en nosotros. Echaré de menos sus agarrones de mano, que de ser fuertes y firmes, ultimamente se debilitaron, solo me alegro de que el último agarrón que me dió volvio a ser igual de fuerte que el primero, igual de energético, No sabía que sería el último, pero ese día no pude evitar el comentarle a mi madre que me alegraba de que volviera a tener la fuerza de antes en su mano esa persona. La marcha de alguien produce siempre tristeza, pero hoy tengo la suerte de sentirme con fuerzas para decir que la vida sigue, la mía sigue, y nunca lo olvidaré.

Este sábado no será lo mismo sabiendo que esta vez no aparecerá por la puerta para saludarme con su agarrón de manos.

Dencasa en paz D. :(

Pd: perdón si mis palabras son caóticas o carecen de sentido, pero después de mucho tiempo, he escrito por necesidad más que por placer.

"Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo."
Platón

1 comentario:

  1. Magnífico. Ese caos es porque habla tu corazón y no tu cabeza. Un abrazo

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