El pasado sábado día 2 de abril fue el pregón de ésta hermandad, y como en todo pregón, no puede faltar el pregonero. En este caso el elegido por la hermandad fue D. Miguel Ángel López (Porri), director de la banda de CCTT Nuestra Señora de la Merced (mi banda). Como de costumbre en el pregón también participaba la banda poniendo sus sones.
Antes de empezar a exponeros como viví el pregón quiero felicitar la decisión de la hermandad a la hora de elegir el pregonero. Pues no solo por la labor de Porri, que hace posible los sones de la banda cada Viernes Santo por la mañana y lleva el nombre de la hermandad y del pueblo allá donde vamos, sino porque en cierto modo yo miembro de la banda, y apuesto a que muchos de mis compañeros también, me tomo esa elección como un agradecimiento no solo a nuestro director, sino a todos los componentes de la banda.
Sin más demora paso a contaros el pregón:
Llegamos a la Recovera lugar donde habíamos quedado la banda para partir hacia el convento donde se celebraba. Poco a poco vamos llegando, hasta que por fin llega el pregonero, vestido de blanco entero. Formamos con el pregonero a la cabeza con el banderín y de esta forma llegamos al convento.
Si os digo la verdad a partir de este momento, hasta que el pregonero empieza a hablar no me acuerdo demasiado bien del orden de las cosas. Pero la banda interpretó cuatro obras (intercaladas por los siguientes actos) , hubo una breve presentación del acto por parte de alguien de la hermandad, la entrega de premio a los poemas hechos por los niños de los colegios del pueblo para la hermandad y por fin la presentación del pregón. Aquí para mí empieza lo emotivo, comienza a hablar D. Javier Bonilla miembro de la junta de gobierno de la hermandad, del consejo de la la banda y gran amigo de Porri. Nos cuenta su experiencia como pregonero, engrandece la figura de su amigo y su hija pequeña (componente de la banda) nos cuenta como empieza la unión entre Porri y la banda de una forma explendida, y algunos de mis compañeros salen a ayudar a Javier expresar el cariño y la gratitud que la banda siente por su director. Y cuando va a acabar la presentación, con Javier Bonilla como director musical de la banda por unos instantes, la banda da paso al pregonero con las siguientes palabras: “Porri, tuya es la palabra”.
Comienza el pregón, con 20-30 músicos situados en lo alto del convento para poner notas a las palabras del pregonero. Comienza y al poco Porri se acuerda de Eloy, miembro de la banda el cual tuvo un accidente de vuelta de la banda a su casa (Carmona), bastante grave, y el cual hoy tiene la suerte no solo de estar bien, sino de poder tocar con su banda en la Semana Grande. Es bonito que se acordara de él en el pregón, aun así, era una de las cosas que si esperaba de nuestro pregonero.
Pero a partir de ese momento ya lo demás no fue tan esperado, y es que, he de decir que he asistido a unos cuantos pregones antes, y la verdad ninguno me había llamado excesivamente la atención, me habían parecido bastante “light”, en los cuales se decía tanto y a la vez tan poco... Pero esta vez no fue igual. Hubo una frase la cual Porri repitió hasta la saciedad desde el principio hasta el final del pregón: “mis niños”. De esta forma nos llamaba, y como he dicho fue, creo, la frase que más se repitió durante el pregón, por lo que para empezar el pregón no solo iba dirigido a la hermandad, sino de una forma clara y sin rodeos, iba dirigida a nosotros también.
Pero una vez más no fue esto lo que más me sorprendió, todavía había sorpresas en el pregón que no solo hicieron que se me pusieran los bellos de punta, sino que hizo que mis lagrimas se saltaran en más de una ocasión. La primera vez fue con los versos dedicados a Francisco Molero, componente de la banda, un compañero que estuvo muy grave después de un accidente, y cuando todos creían lo peor, se recuperó y sigue en su banda. Cuando pasó esto yo no estaba en la banda de la Marced, pero por los compañeros de Mairena me enteré de la historia. Y aun sin haber vivido la historia, ahora que si soy su compañero, sabiendo como es Fran y todo lo que había pasado, no pude evitar que mis lágrimas cayeran, y no solo fueron las mías, sino la de gran parte de la banda, que mientras sonaba la Saeta, y Porri recitaba sus versos mirando a Fran, llorábamos. Sin duda, Fran le estará siempre agradecido por este pequeño, pero gran detalle.
La segunda vez fue cuando los versos de Porri recordaban la banda de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Mairena del Alcor, banda en la que se formó, y banda en la que yo, entre otros cuantos de la banda, me crié, aprendí y me enseño a disfrutar de la corneta. Versos que no solo hacían referencias a la banda y a su director musical por aquel tiempo, Jorge Martín Puerto, sino que también se acordaron de dos compañeros, dos personas que ya no están con nosotros: Rafa y Pichón. Éste último compañero mio también en mi primer año, compañero de voz, por lo que no pude evitar volver a dejar escapar mis lágrimas, pues muchos son los recuerdos de la que siempre será mi banda, y del que fuera mi compañero Pichón, que en paz descanse, y el cual nos iluminaba con su sonrisa y alegría.
Y por último, en el final del pregón, que aunque no tenga sentido, lloré de alegría, alegría por el pregón, por todos los detalles que había tenido, por ser tan claro, por como nos había emocionado, por como nos homenageó, por todo ese cúmulo de cosas, y otras tantas que no logro expresar, mis lagrimas y la de otros muchos salieron.
Y para rematar el acto el estreno de la marcha de un compañero, y más que un compañero, un amigo. La marcha de José Miguel Duro Molina, “A tu Merced.”. Una de las dos personas que primero conocí en Mairena del Alcor a mi llegada, uno de mis dos primero amigos, y además una de las personas que aprendió conmigo en la banda de Mairena al mismo tiempo. Por todo ello algo también muy especial para mi.
Bueno este es mi “resumen” del pregón, pero no puedo terminar la entrada sin dar mi opinión sobre el pregonero. No voy a valuarlo como pregonero, porque haya cada uno como le transmitió, tampoco lo haré como director, porque son mucho los que he tenido y todos me han aportado muchas cosas, pero si lo haré como persona. Porri es, por lo poco que se, una de las mejores personas que he conocido nunca. No solo lo ha demostrado con su pregón, sino que nos lo ha demostrado siempre que alguien de la banda ha tenido un problema. Los que me conozcan, sabrán de mi obsesión con las personas (lo que a lo mejor no sabrán es el porque), tanto que casi me cargo una asociación por culpa a prestar mas atención a las relaciones entre las personas que al trabajo que suponía mi cargo. Pues Porri es una de las dos personas, que hasta el momento conozco, que saben llevar al máximo las dos facetas, la de trabajo y la humana. Por ello, y mientras siga demostrando su faceta humana, tendrá mi mayor respeto como persona y profesional. Y para los que crean que no es importante la faceta humana en un puesto de importancia, yo les digo que una de las tres razones, por ejemplo, por las que me metí en la banda de la Merced, fue por lo bien que había escuchado hablar de Porri y de su forma de ser.
Aprovecho para desearles a mis compañeros una buena Semana Santa, y agradecerles la integración que he tenido en la banda. Y nada ya solo queda disfrutar y tocar, que la Semana Santa al final es muy corta.
Lo único malo, el tener que perderme el cumpleaños de una amiga por la cena posterior al pregón... pero bueno me perdonará espero xD.